Entrevista con Olga Kustova Krolombi, Psicóloga, terapeuta gestalt y coach ejecutiva acreditada en el Reino Unido. Entrevistada por Natalia Sergovantseva, cofundadora de SoulMatcher.app, casamentera premium.
Natalia: Olga, muchas gracias por estar aquí conmigo. El "ghosting" es uno de esos temas que más afectan a la gente: parece provocar mucha ira, tristeza y confusión. ¿Por qué crees que afecta tanto?
Olga: Gracias por recibirme hoy, Natalia. El ghosting no es sólo un fenómeno molesto en las citas, sino que puede sentirse como una experiencia profundamente hiriente. Como psicóloga y terapeuta gestalt, he visto cómo socava la sensación de seguridad de las personas, no sólo en los demás, sino en sí mismas. Es desestabilizador porque ataca una necesidad muy humana: la necesidad de ser visto y reconocido.
El ghosting es confuso precisamente porque rompe la comunicación sin dar explicaciones. No hay un cierre, no hay una comprensión compartida de lo que salió mal. Desde un punto de vista psicológico, puede reactivar viejas heridas de apego, haciendo que la gente se cuestione su valía o repita la situación obsesivamente, tratando de encontrar pistas.
Natalia: Así que el ghosting no se refiere sólo al acto de desaparecer en sí, sino a ciertos patrones que conducen a ello. ¿Puedes explicarlo?
Olga: Por supuesto. El fantasma rara vez surge de la nada, aunque así lo parezca. En mi trabajo con clientes -y en mi propia vida, francamente- he visto que hay señales tempranas que a menudo pasamos por alto. No se trata de culpar a la persona fantasma. Se trata de entender cómo se manifiestan estos patrones para que podamos reconocerlos antes de entregar nuestra confianza, tiempo y energía emocional.
Una de las cosas que suelo decir a mis clientes es que el ghosting no tiene tanto que ver con ellos como con la incapacidad del fantasma para afrontar el malestar emocional, la responsabilidad y la vulnerabilidad. Pero también se nutre de nuestra tendencia a ignorar nuestra propia intuición porque queremos que funcione.
Natalia: Es una idea tan poderosa que nuestra propia esperanza puede nublar las señales de alarma. ¿Puede decirnos cómo son en realidad algunas de esas señales tempranas?
Olga: Sí. Hay algunos patrones recurrentes que observo con los clientes y que suelen estar respaldados por investigaciones psicológicas y sociológicas.
Uno es lo que yo llamo Conexión rápida. Alguien te arrebata rápidamente: grandes declaraciones, hablar del futuro de inmediato, crear una intensidad que resulta embriagadora. Las investigaciones de la Dra. Sandra Murray sobre la idealización en las primeras relaciones demuestran que esta "intimidad rápida" suele estrellarse cuando aparecen diferencias reales. Sociológicamente, el bombardeo amoroso puede ser una señal de alarma, porque a menudo sirve para eludir la creación de una confianza genuina y gradual.
Otro patrón es Evitar la rendición de cuentas. Al principio puede parecer sutil: respuestas vagas, desaparecer durante horas o días sin dar explicaciones o culpar a la ex pareja. En terapia gestalt, vemos la evitación como un mecanismo de defensa. Puede que bromeen diciendo que son "malos enviando mensajes de texto", pero es evidente que encuentran tiempo para otras prioridades.
Natalia: Eso es tan familiar. Sé que mucha gente ve ese comportamiento temprano pero lo racionaliza.
Olga: Exacto. Otro grande es Una historia de incoherencias. La socióloga Sherry Turkle escribe sobre cómo la cultura del swipe fomenta las conexiones desechables, que siempre hay algo mejor a sólo un swipe de distancia. Si alguien te dice que ha hecho el fantasma a otros antes o comparte historias de citas caóticas como si fueran divertidas, presta atención. La incoherencia suele ser un patrón, no un accidente.
Natalia: Es un buen punto sobre la normalización del caos en las citas.
Olga: Sí, claro. Entonces hay Poco ancho de banda emocional. No todo el mundo tiene la misma capacidad de presencia emocional. Si alguien parece desinteresado por tu mundo interior, tus necesidades, tus sentimientos, es una señal de alarma. El ghosting no siempre tiene que ver con la malicia, también puede deberse a una incapacidad para manejar la complejidad emocional.
Natalia: He oído a gente decir: "Pero parecían interesados, decían todo lo correcto".
Olga: Lo que nos lleva a Palabras sin hechos. Decir lo correcto es fácil. Pero el ghosting suele venir de personas cuyas acciones no coinciden con sus palabras. Esa desconexión provoca en nosotros una disonancia cognitiva: nuestro sistema de apego intenta reconciliar sus dulces palabras con su comportamiento poco fiable. A menudo lo hacemos concediéndoles el beneficio de la duda, a nuestra costa.
Otra señal es Falta de compromiso en el momento presente. Técnicamente están cerca, pero en realidad no están allí. Puede que te envíen muchos mensajes pero eviten quedar. O se reúnen contigo pero no te dicen nada. Las personas que evitan las emociones suelen mantener una especie de presencia parcial que las protege de la intimidad real.
Natalia: ¿Y cómo nos sentimos en estas situaciones?
Olga: Eso es crítico. Tu cuerpo lo sabe antes que tu mente. Si te sientes ansioso, inseguro, como si estuvieras caminando sobre cáscaras de huevo, eso son datos. El ghosting no consiste sólo en la desaparición repentina, sino en la desestabilización que la precede. Es esa sensación sigilosa de inseguridad emocional en la que sientes que tienes que ganarte la presencia de alguien.
Y luego está nuestro propio papel. Nuestro propio reconocimiento de patrones es esencial. Muchos de nosotros pasamos por alto las banderas rojas porque estamos apegados a la fantasía. Especialmente si ya nos han abandonado antes, es posible que inconscientemente tratemos de reparar esa herida con alguien nuevo. No se trata de culparnos, sino de tener claro en qué estamos invirtiendo: en una relación real o sólo en el potencial de una.
Natalia: Eso sí que cae bien. Creo que la gente quiere saber cómo protegerse sin cerrarse en banda o volverse cínica.
Olga: Ese es el quid de la cuestión. El objetivo no es cerrarse o dejar de salir. Se trata de pasar de la confusión a la claridad. El fantasma revela una herida cultural: la incomodidad ante la presencia emocional, el conflicto y la honestidad. La solución no es retirarse, sino ser más responsables con nosotros mismos sobre lo que queremos, lo que nos parece seguro y cuándo dar un paso atrás.
Como terapeuta y coach, trabajo con las personas para recablear los patrones de apego, reconstruir la confianza en su percepción y establecer límites basados en la seguridad sentida, no sólo en historias idealizadas. La gente puede irse, es parte de la vida. Pero cuando aprendes a detectar la confusión a tiempo, proteges tu sistema nervioso, tu dignidad y tu energía.
Natalia: Ese es un enfoque tan fundamentado. En SoulMatcher, vemos a tantas personas que quieren conexiones significativas e intencionales, pero tienen miedo de ser heridos de nuevo.
Olga: Y ese miedo es válido. Pero no significa que estén rotos o necesitados. Significa que son humanos. En todo caso, quiero que la gente sepa que el anhelo de conexión no es el problema. El problema es dar ese anhelo a alguien que no puede sostenerlo con cuidado.
Natalia: Muchas gracias por esto, Olga. Es un replanteamiento tan importante y compasivo de una experiencia de la que tanta gente se avergüenza. Si la gente quiere trabajar contigo más profundamente en esto, ¿cómo pueden ponerse en contacto contigo?
Olga: Gracias, Natalia. Vivo en Londres y trabajo tanto offline como online con clientes internacionales. Cualquier persona interesada puede ponerse en contacto para sesiones para explorar estos patrones y construir relaciones más seguras y conectadas.