Cada año resurgen los debates sobre la infidelidad: ¿quién engaña más, el hombre o la mujer? La infidelidad y el engaño tienen consecuencias emocionales, y la investigación de 2024 ofrece nuevos datos. Este artículo explica los resultados de las últimas encuestas, analiza por qué la gente engaña y aclara si realmente los hombres engañan más que las mujeres o si la brecha de género se ha cerrado.
Principales resultados de encuestas recientes
Múltiples encuestas de gran tamaño y estudios revisados por expertos hacen ahora un seguimiento de la infidelidad en todos los grupos de edad, tipos de relación y regiones. Algunas encuestas siguen indicando que los hombres admiten más casos de engaño físico. Otras encuestas revelan que las mujeres declaran infidelidades emocionales en mayor proporción que antes. En conjunto, los datos muestran una imagen compleja de la infidelidad, más que un simple titular sobre hombres o mujeres.
Cómo definen los investigadores la infidelidad y el engaño
Cuando los estudios se centran en las relaciones sexuales, los datos suelen mostrar tasas más elevadas entre los hombres. Cuando se incluyen las aventuras emocionales y los engaños digitales, las cifras cambian: las mujeres declaran comportamientos que los investigadores clasifican cada vez más como infidelidad. Esta confusión de categorías -física, emocional, digital- complica la afirmación de que los hombres engañan más que las mujeres.
Titulares y realidad
Las afirmaciones sensacionalistas de que los hombres engañan más que las mujeres o de que los hombres realmente engañan más que las mujeres pueden inducir a error. La frase "los hombres engañan más que las mujeres" aparece en muchos titulares, pero un análisis cuidadoso muestra que los resultados varían según la definición, la edad y el grado de honestidad que los encuestados consideran que pueden tener. La pregunta "hombres o mujeres: ¿quién engaña?" requiere matices.
Por qué cambian los informes con el tiempo
La honestidad de las encuestas está condicionada por el estigma y las normas sociales. En el pasado, los hombres se mostraban más dispuestos a admitir las aventuras sexuales, mientras que las mujeres declaraban menos las aventuras emocionales. A medida que cambian las normas culturales, las mujeres se sienten más cómodas declarando la infidelidad, y las encuestas lo reflejan. La encuesta social general y otros estudios longitudinales demuestran cómo cambian las declaraciones a lo largo de las décadas.
Tipos de engaño y su prevalencia
La infidelidad incluye una serie de comportamientos. Tradicionalmente, lo que muchos entienden por infidelidad es el engaño físico, es decir, las relaciones sexuales fuera de la pareja. Pero el engaño emocional y la infidelidad en línea, desde el sexting a los mensajes de texto secretos, están aumentando. Estas nuevas formas de engaño aumentan los índices medidos de infidelidad entre ambos sexos.
Números a tener en cuenta
En 2024, los investigadores informan de que, en general, la infidelidad sigue siendo común pero no universal. Algunos conjuntos de datos muestran tasas ligeramente superiores para los hombres, otros muestran paridad, y algunos muestran una pequeña ventaja para las mujeres en ciertas franjas de edad. Las afirmaciones de que los hombres engañan más que las mujeres o que las mujeres engañan menos suelen ser ciertas sólo para definiciones o muestras específicas. Los lectores que se pregunten "¿hombres o mujeres?" deberían mirar más allá de los titulares.
Por qué la gente engaña: Los motivos de la infidelidad
Comprender los motivos es esencial. La gente engaña por muchas razones: oportunidad, necesidades insatisfechas, escasa satisfacción en la relación, búsqueda de novedades o para hacer frente a los factores estresantes de la vida. Las necesidades emocionales pueden impulsar las aventuras tanto como la atracción física. Estos motivos ayudan a explicar por qué la infidelidad aparece en todos los grupos demográficos.
Patrones de género y cambio social
Las expectativas de género determinan las denuncias de engaño. Las narrativas tradicionales describían el engaño como un problema masculino, pero la evolución de los roles de género, la mayor independencia económica de las mujeres y el mayor acceso a las redes sociales y las aplicaciones de citas han complicado esa visión. Tanto si nos centramos en los hombres como en las mujeres, la infidelidad refleja un cambio social más amplio.
El papel de la tecnología en la infidelidad moderna
Las plataformas online han cambiado la forma de cruzar fronteras. Los comportamientos digitales -enviar mensajes de texto a los ex, utilizar aplicaciones privadas y flirtear en las redes sociales- se consideran a menudo infidelidad. A medida que crece la infidelidad digital, las encuestas tradicionales que solo preguntaban por el sexo pueden subestimar las experiencias reales de traición. Esto ayuda a explicar por qué algunos investigadores constatan un aumento de la incidencia del engaño en cohortes más jóvenes.
Repercusiones clínicas y relacionales
La infidelidad erosiona la confianza y causa dolor emocional. Los terapeutas observan diferencias en la forma en que la pareja procesa el engaño: algunos se centran en la traición sexual, otros en la emocional. La recuperación tras una infidelidad depende de la transparencia, del asesoramiento y de que ambos reconozcan la profundidad del problema. Para muchas parejas, abordar la infidelidad requiere tiempo, trabajo de reparación y, a menudo, ayuda profesional.
Interpretar cuidadosamente los datos de las encuestas
Cuando lea sobre quién engaña, tenga en cuenta el tamaño de la encuesta, la formulación de las preguntas y la composición de la muestra. Las encuestas nacionales, los estudios longitudinales y las muestras clínicas suelen arrojar resultados diferentes. Una encuesta social general puede arrojar un resultado mientras que una encuesta online de conveniencia muestra otro. El análisis de múltiples fuentes ofrece una imagen más clara de las tendencias de la infidelidad.
Mitos comunes sobre quién engaña
Mito: Los hombres siempre engañan más. Realidad: Los hombres suelen declarar más infidelidades físicas, pero los índices de infidelidad emocional y digital de las mujeres han aumentado.
Mito: La infidelidad sólo tiene que ver con el sexo. Realidad: Las aventuras emocionales pueden ser igualmente dañinas y cuentan como infidelidad a los ojos de muchas parejas.
Mito: el engaño es poco frecuente. Realidad: La infidelidad es bastante común en todas las edades y tipos de relación.
Tendencias del engaño en 2024: Nuance por encima de los titulares
En 2024, los datos sugieren que la brecha de género en el engaño se ha reducido. Las cohortes más jóvenes muestran tasas de infidelidad más equilibradas; las formas digitales de infidelidad complican las comparaciones a mayor edad. Los titulares que afirman que los hombres realmente engañan más que las mujeres a veces pasan por alto ese matiz: la respuesta depende de qué comportamientos se cuenten y de quién haya sido encuestado.
Consejos prácticos para parejas
Si te preocupa la infidelidad, concéntrate menos en los hombres frente a las mujeres y más en la prevención: establece límites claros, acuerda qué se considera engaño y compruébalo emocionalmente. Las conversaciones sinceras sobre las expectativas de fidelidad reducen las posibilidades de traición. Si se produce la infidelidad, el asesoramiento profesional y la reconstrucción transparente pueden ayudar a las parejas a sanar.
Política, cultura y tendencias a largo plazo
Los amplios cambios culturales -cambios en los roles de género, mayor acceso a las parejas a través de aplicaciones y menor estigma en torno a ciertos comportamientos- determinan las tendencias de la infidelidad. Durante décadas, lo que se considera infidelidad y quién la admite seguirá cambiando. Por lo tanto, las afirmaciones de que los hombres o las mujeres "engañan más" deben considerarse en su contexto social.
Reflexiones finales
¿Son más infieles los hombres que las mujeres? El resumen más seguro: la infidelidad es compleja. Algunos estudios muestran que los hombres son más infieles que las mujeres; otros muestran tasas comparables cuando se incluyen los engaños emocionales y digitales. En lugar de fijarse en quién engaña, hay que concentrarse en fomentar la confianza y abordar las vulnerabilidades de la relación que conducen al engaño. Comprender todo el alcance de la infidelidad -sexual, emocional y digital- es el paso más útil que pueden dar las parejas.